Antigua Roma
La historia de la antigua
Roma se divide en tres grandes etapas:
- Monarquía (753 a.C.-510 a.C.).
- República (510 a.C.-27 a.C.).
- Imperio (27 a.C.-476 d.C.).
Esos tres periodos se
diferencian por su forma de gobierno: durante la Monarquía,
gobernaban los reyes; durante la República, el principal
órgano de poder fue el Senado; durante el Imperio, el máximo
dirigente de Roma y sus territorios era el emperador.
Conozcamos ahora algo
más sobre cada una de esas tres etapas históricas.
LA MONARQUÍA ROMANA
(753 A.C.-510 A.C.)
Parece ser que, durante
los primeros 243 años de historia de Roma, siete reyes se
sucedieron en su trono. Como fueron los tiempos más remotos de la ciudad, los
historiadores tienen que averiguar la verdad entre muchos datos que pueden
pertenecer a lo legendario o mitológico. Empezando por los orígenes de la
propia Roma, que, según la leyenda, nació en el año 753 a.C., cuando fue
fundada por dos hermanos: Rómulo y Remo.
El primer rey fue el propio
Rómulo. El último se llamó Lucio Tarquino el Soberbio.
Durante esta época, Roma
fue extendiendo su poder hacía las regiones vecinas. En estos tiempos ya
existía la que sería la asamblea más célebre de su historia: el Senado.
LA REPÚBLICA ROMANA
(510 A.C.-27 A.C.)
Durante los siguientes
483 años, el sistema político romano fue el republicano (no existía un rey).
Como esta etapa duró casi cinco siglos, conviene que la subdividamos para que
conozcas y recuerdes mejor sus acontecimientos más importantes.
Establecimiento de la República y conquista de la península
Itálica (510 a.C.-264 a.C.). Para sustituir la figura del rey, el
conjunto de los ciudadanos elegía cada año a dos cónsules. El Senado,
que se convirtió en el órgano fundamental de poder, ya no estaba solo formado
por los patricios (miembros de las familias más ricas), sino que
también entraron en él los plebeyos (los ciudadanos libres pero
pobres). Durante esta fase, Roma consolidó su dominio sobre la mayor parte de
los pueblos que habitaban la actual Italia.
Las Guerras Púnicas (264 a.C.-146 a.C.). Durante el siguiente periodo de la historia de la República,
Roma, que centraba su poder en la península Itálica, mantuvo tres guerras con
la mayor potencia marítima de la época: Cartago. Roma venció en los
tres enfrentamientos, conquistó las islas de Sicilia, Cerdeña y Córcega, y
hasta destruyó la propia ciudad de Cartago. Obtuvo así el control del mar
Mediterráneo. ¿Por qué? Porque sus territorios se extendieron al norte de
África, Hispania, Grecia, Asia Menor y Siria. Roma se convirtió en una gran
potencia naval.
Crisis internas y fin de la República (146 a.C.-27
a.C.). La conquista de tantos territorios terminó por originar
problemas internos en Roma. Los enfrentamientos se produjeron entre dos
‘partidos’: el aristocrático y el popular. De forma paralela, las legiones
romanas (los ejércitos) siguieron ampliando la extensión del que ya era un gran
imperio territorial. Uno de los jefes militares más importantes de aquellas
conquistas fueJulio César, el cual, hacia el 60 a.C., tenía un gran
prestigio y lideraba el partido de los populares. Se convirtió poco después en
cónsul, pero fue asesinado en el 44 a.C. Su sobrino nieto Octavio obtuvo
en el 31 a.C. el poder total sobre los territorios gobernados por Roma. Cuatro
años más tarde, recibió del Senado el título de ‘augusto’, acto que se
considera el inicio del periodo imperial.
EL IMPERIO ROMANO (27 A.C.-476 D.C.)
Durante los 503 años siguientes, Roma y sus
inmensos territorios estuvieron gobernados por emperadores. Veamos las
principales fases de esta última etapa de su historia.
Dinastía Julio-Claudia (27
a.C.-68 a.C.). Como
ya dijimos, el primer emperador romano fue Octavio (al que se llamó Octavio
Augusto). Gobernó entre el 27 a.C. y el 14 d.C. Aquellos años fueron conocidos
como era Augusta y supusieron un gran esplendor del Imperio romano.
El último emperador de la familia de Augusto (la dinastía Julia-Claudia) fue Nerón, derrocado
en el año 68.
Dinastías de los Flavios y de los Antoninos
(69-192). Los
emperadores de la dinastía de los Flavios (que gobernaron Roma desde el 69
hasta el 96) fueron Vespasiano, Tito y Domiciano. Les sucedieron los miembros
de la familia de los Antoninos (Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco
Aurelio, Vero y Cómodo), emperadores entre el 96 y el 192.
Decadencia y caída del Imperio romano
(192-476). En el año 212, el emperador Caracalla otorgó
la ciudadanía romana a todos los hombres libres del Imperio. Casi todos los emperadores
posteriores murieron violentamente, por lo general, a manos del Ejército, que
también los había ayudado a llegar al trono. En el año 284, comenzó el imperio
de Diocleciano, el cual estableció un nuevo sistema de
gobierno: él y Maximiano compartieron el título de augusto. Sus poderes fueron
reforzados por el nombramiento de dos césares, Galerio y Constancio. Se
instauraba así el régimen de tetrarquía: dos augustos y dos césares (recuerda que el
prefijo ‘tetra’ quiere decir ‘cuatro’). Constantino
I el Grande, que fue emperador desde
el 306 hasta el 337, puso fin a la guerra civil y reunificó el Imperio bajo su
mando. Se convirtió al cristianismo, que había hecho su aparición durante el
reinado de Augusto y que, a pesar de las numerosas persecuciones de que fue
objeto, se había difundido durante el mandato de los últimos emperadores. El
cristianismo se convirtió a finales del siglo IV en la religión oficial del
Imperio. Constantino estableció la capital en Bizancio, rebautizada con el
nombre de Constantinopla (actual Estambul). A continuación, el Imperio volvió a
dividirse, aunque a finales del siglo IV, bajo el reinado de Teodosio I el Grande, estuvo unido por última vez. Cuando
falleció, en el 395, sus dos hijos se lo repartieron: Arcadio se convirtió en
emperador de Oriente, y Flavio Honorio, en emperador de Occidente. En el siglo
V, el Imperio romano de Occidente sufrió las invasiones de los pueblos
germanos. Rómulo Augústulo, último emperador de Occidente, fue depuesto en el
476 por el jefe de los hérulos, Odoacro.
Finalizaba así la historia del Imperio romano.
Aunque todavía siguió existiendo el llamado Imperio
de Oriente o Imperio
bizantino, que perduraría hasta 1453.
INFLUENCIA DE ROMA
La cultura de buena parte
de Europa, del norte de África y de Oriente Próximo está profundamente unida a
la antigua Roma.
Las conquistas de Roma
extendieron su cultura (muy influida por la griega) por vastos territorios.
Difundieron, muy especialmente, dos elementos fundamentales:
El latín. Esta
lengua pasó a ser hablada por los pueblos conquistados, que luego la adaptaron,
dando lugar así a las lenguas romances o románicas (entre ellas, el español).
El Derecho romano.
¿Sabías que la cúpula
del panteón de Agripa, en Roma, con sus 43 metros de diámetro, es una de las más
grandes del mundo? Esta cúpula y las numerosas obras de ingeniería que aún se
conservan, como el acueducto de Segovia, son una muestra de la grandeza que
alcanzó el Imperio romano.
Desde su mítica fecha
de fundación, en el 753 a.C., hasta su división en dos, en el siglo III d.C.,
el arte romano se difundió a lo largo del imperio más grande que jamás haya
existido.
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